Tai Chi: Beneficios en el sistema nervioso, circulatorio, linfático...

Tai Chi: Beneficios en el sistema nervioso, circulatorio, linfático...

El sistema Nervioso Central
El sistema nervioso central es el encargado de coordinar y equilibrar los movimientos. La práctica del Tai Chi (meditación en movimiento) exige un alto grado de concentración, dejando a la mente en reposo.

Se eliminan las interferencias de pensamiento del cerebro, que permanece concentrado en dar las órdenes oportunas a todos los órganos y sistema, aumentando la capacidad de autocontrol del sistema nervioso.

Esta característica resulta muy importante en el caso de enfermedades crónicas, por que el descanso del cerebro rompe la patología de la enfermedad recuperando y fortaleciendo al sistema nervioso central, lo que produce la mejoría, recuperación o desaparición de la misma.

La técnica del Tai Chi, con sus movimientos, con subir y venir, su empujar y retroceder en defensa y en ataque, incrementa la capacidad de reacción, de modo que todos los sentidos se vuelven más finos y sensibles.


El sistema circulatorio, linfático y cardiovascular
La práctica del Tai Chi provoca la apertura de los poros por la actividad de los músculos y las articulaciones, aumentando la velocidad de la circulación de retorno a los vasos sanguíneos y linfáticos, aliviando la carga del corazón. Su práctica regular produce un incremento en el suministro de sangre a las arterias coronarias y una mejora de las funciones hemodinámicas.


Huesos, músculos y articulaciones
Los movimientos circulares del Tai Chi provocan que todos los músculos y tejidos participen en el ejercicio, a través de su práctica regular, y mediante la realización de estos movimientos, alternando la tensión y la relajación, se conseguirá que los músculos estén perfectamente proporcionados, armoniosos y elásticos. 

Al mismo tiempo se mejora metabolismo y el suministro de sangre a los huesos, de tal forma que la estructura ósea resultara fortalecida. Los huesos de las rodillas se vuelven más resistentes, evitando fracturas y deformaciones óseas, y proporcionando estabilidad, flexibilidad y agilidad a las articulaciones, así como coordinación de los movimientos.

Las personas mayores, con gran deterioro óseo en sus extremidades y escasa flexibilidad al caminar, se ven especialmente beneficiadas con los efectos terapéuticos y paliativos que produce la práctica del Tai Chi.

Las tablas de movimientos requieren la práctica de todas las articulaciones y músculos del cuerpo, con lo que el ejercicio es completo, lo que no ocurre casi en ningún deporte o ejercicio físico. Sin embargo, no produce cansancio ni altera el ritmo cardíaco.

En definitiva, no se trata simplemente de un deporte o arte marcial, sino de un sistema de ejercicio y respiración que incluye aspectos terapéuticos y preventivos y cuya técnica se destina a fortalecer el cuerpo, mejorar la salud y la mente, cargándonos de energía positiva y descargando las tensiones acumuladas, remitiéndonos en este punto al siguiente dicho muy popular en China que reza así:

“El que practica Tai Chi con regularidad obtendrá la agilidad de un niño, la fuerza de un leñador y la sabiduría de un anciano”.



http://hacertaichi.blogspot.com/

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