El peligro de estar mucho tiempo sentados

La mayoría de personas pasamos demasiado tiempo sentados, ya sea por cuestiones de trabajo y estudios o por disfrutar de actividades de ocio como ver la televisión y navegar por Internet frente al ordenador.

El proyecto previo al estudio “Cómo reducir las horas de estar sentado en personas con sobrepeso y obesidad moderada: la opinión de los pacientes en atención primaria” pretende averiguar qué piensan los pacientes sobre el hecho de estar sentados demasiado tiempo, además de encontrar la forma de eliminar las barreras que alimentan esta actitud, dando herramientas para cambiarlo y conocer la forma en que desean ser informados sobre estas cuestiones.

SEDESTACTIV es un estudio cualitativo descriptivo que ha utilizado pacientes que pasaban más de seis horas diarias sentados y presentaban sobrepeso u obesidad moderada. Ha sido realizado por el Instituto de Investigación en Atención Primaria (IDIAP Jordi Gol) junto a la Red de Investigación en Actividades Preventivas y Promoción de la Salud (RedIAPP).

¿Es inofensivo pasar mucho tiempo sentados?

A través de diez entrevistas (5 individuales y 5 en grupo) descubrieron que la mayoría de los participantes no eran conscientes del tiempo que pasaban sentados, pero tampoco consideraban que la práctica fuese especialmente perjudicial a largo plazo.

Se encontraron tres perfiles a destacar:

Trabajadores con actividades sedentarias (tareas administración u otras en las que el instrumento principal sea el ordenador) que durante horas se ven obligados a estar sentados.

Estudiantes o personas que realizan formación continuada, que pasan parte del día sentados en clase o en casa y bibliotecas frente a los apuntes.

Jubilados y amas de casa: los que más tiempo pasaban frente a la televisión durante esas horas de inactividad.

La mayoría reconoció escasa predisposición para cambiar sus hábitos, justificándose con la dificultad que presenta cambiar la rutina familiar y laboral. Además, reconocían su tendencia a realizar actividades que requieran poca actividad física: ir al cine, jugar a videojuegos, ver la televisión, etc.

Los participantes ignoraban las consecuencias para la salud de esta práctica, ya que las personas que están sentadas varias horas al día tienen más riesgo de padecer enfermedades crónicas y una mayor mortalidad, pero ya presentaban síntomas relacionados con el sedentarismo. 

Padecían dolor de espalda, aumento de peso, problemas en articulaciones y de circulación, además de cansancio o mal humor, por lo que gran parte de ellos se había planteado cambiar sus hábitos, a pesar de no haberlo llevado a cabo por los motivos citados anteriormente.

Por otra parte, reconocían sentir mejoría después de realizar tareas más activas a nivel físico, sobre todo si se llevan a cabo en compañía y al aire libre.

Disminuir el tiempo que pasamos sentados es fácil y en ocasiones sólo requiere de pequeños cambios en nuestra rutina. Así lo demuestran propuestas tan simples como renunciar de vez en cuando al coche o transporte público para movernos en el día a día, levantarse periódicamente mientras trabajamos o estudiamos, tomando pequeños descansos para caminar.

En nuestra propia casa podemos evitarlo hablando por teléfono de pie, viendo la televisión mientras planchamos o hacemos ejercicio, aprovechando los anuncios de televisión para levantarnos y despejarnos, o probando otro tipo de videojuegos enfocados al baile o deporte.

Ahora ya sabemos que hasta los más sedentarios son más felices cuando realizan actividades que requieren movimiento, y que no importa si realizamos ejercicio o no, porque pasar mucho tiempo sentados es perjudicial para todos y no tenemos excusa para no cambiarlo.

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