Qué son los antioxidantes y conoce sus beneficios


Los antioxidantes están de moda. Constantemente, leemos artículos que hablan de los beneficios de los antioxidantes para la salud, de sus propiedades a veces casi mágicas y la necesidad de incluirlos en la dieta.

Salen productos nuevos al mercado y los compramos confiando en que nos ayudarán en la mejora de nuestra salud. Suplementos de vitamina C, Vitamina E, licopeno, betacarotenos, luteína, coenzima Q-10... se emplazan en lugares destacados en los estantes de los establecimientos autorizados para su venta, se adquieren por Internet y, como no, nuestros carros de la compra se llenan de alimentos ricos en estos antioxidantes.
Los científicos y médicos, por su parte, no paran de investigar para desentrañar el papel de los antioxidantes en el cuerpo con el fin de conocer y aclarar las funciones de estas sustancias en la prevención de la enfermedad y el retraso del envejecimiento. (Ver también Dieta Mediterránea contra el envejecimiento)

Pero, ¿pueden realmente los antioxidantes vencer la enfermedad? Y, sobre todo, ¿sabemos qué son los antioxidantes y cuáles son sus propiedades?

Te lo explicamos a continuación. Lee con atención porque verás que en el organismo se produce una especie de batalla de buenos y malos. Los malos son los radicales libres. Y los buenos, los antioxidantes.



¿Qué son los antioxidantes?
Los antioxidantes son sustancias que adquirimos a través de la dieta (o en forma de suplementos) y que reducen significativamente la acción de los radicales libres.

Para entender su importancia es necesario comprender qué son estos radicales libres y por qué nos dañan.

Radicales libres: son átomos o moléculas inestables y altamente reactivas que tienen uno o más electrones no emparejados en la órbita exterior. Y un electrón sin pareja es muy peligroso ya que se convierte en un ladrón para recuperar su estabilidad. Roba los electrones de aquellos compuestos que son más vulnerables.

El problema es que al hacerlo, el otro compuesto también se queda sin electrón y se convierte en otro radical libre. Este a su vez tiene que volver a robar y de esta manera se va formando una cadena de robos muy perjudicial para nuestro organismo. El ejército de radicales libres crece en nuestro interior dispuestos a dañar nuestras células.

A quiénes atacan los radicales libres: Estos radicales libres pueden atacar a los ácidos grasos poliinsaturados de las lipoproteínas y de las membranas celulares, alterando el transporte de sustancias hacia dentro y fuera de las células. Los radicales libres también pueden atacar y dañar el ADN y el ARN (este último es el ADN circulante), así como las proteínas. Cuando esto ocurre crean exceso y deficiencia de proteínas necesarias, perjudican las funciones celulares, y provocan la conocida respuesta inflamatoria que es la causante de las enfermedades como el cáncer o las cardiovasculares, además del envejecimiento prematuro.

Dónde se encuentran los radicales libres: Las células del cuerpo utilizan oxígeno en las reacciones metabólicas. Pero en este proceso, el oxígeno reacciona con compuestos corporales y genera estos radicales libres. Otros factores como la radiación ultravioleta, la contaminación, y el humo del tabaco generan estos radicales libres.

¿Son siempre malos los radicales libres?: En general sí, pero a veces tienen una función positiva para el organismo. Por ejemplo, el sistema inmunológico, es decir, las defensas, pueden utilizarlos como 'bomba explosiva' contra virus y bacterias. Pero lo hace en contadas ocasiones por lo que los radicales libres son más dañinos que positivos.


En guerra contra los radicales libres
Afortunadamente, nuestro organismo tiene sus propios mecanismos de defensa contra estos agresores. Y el sistema inmunológico, es decir, las defensas naturales de nuestro cuerpo se ponen en pie de guerra para vencer a los radicales libres aunque, como en toda batalla, no siempre se logra una victoria total. Además, con la edad, con una mala dieta o malos hábitos, el sistema defensivo se va debilitando. (Ver también como aumentar las defensas del cuerpo)

Por otro lado, cuando no tomamos suficientes antioxidantes en la dieta o la cantidad de radicales libres es muy grande se produce algo que los médicos llaman 'estrés oxidativo'. Este es un proceso por el cuál el cuerpo se ve superado y no es capaz de controlar los radicales libres y evitar el daño que causarán. Por lo que hay que evitar, a toda costa, que el cuerpo llegue a este extremo.



¿Cómo actúan los antioxidantes?
Se podría decir que nuestro organismo cuenta con dos batallones de defensa contra los radicales libres: las enzimas y los antioxidantes.

Las enzimas, de nombres casi impronunciables como la glutatión-peroxidasa, tiorredoxina-reductasa, superóxido-dismutasa y la catalasa, actúan frente las sustancias oxidantes. La acción de estas enzimas está sujeta a la presencia de minerales como el selenio, cobre, manganeso y zinc. Por eso es importante que nuestra dieta sea variada y equilibrada y que aporte los nutrientes esenciales, entre ellos, estos minerales. De lo contrario, esta línea de defensa se debilita y no cumple su función.

La otra línea de defensa y no menos importante es la acción de los antioxidantes. Estos neutralizan la acción de los radicales libres donando uno de sus electrones (recordemos que los radicales libres van robando electrones a otras moléculas del cuerpo). La ventaja de los antioxidantes es que aunque donen un electrón no se vuelven inestables como otras moléculas y no se convierten en radicales libres. Se esta manera, evitan que el ejército crezca.  


Distintos tipos de antioxidantes
Existen diferentes tipos de antioxidantes que suministramos a nuestro cuerpo a través de la dieta. Por ejemplo, tenemos la vitamina E, el betacaroteno, y la vitamina C. De estas, la vitamina C es esencial para las personas fumadoras y las que habitan en ciudades con mucha polución puesto que neutraliza muy bien los radicales libres derivados del humo del cigarro y de la contaminación. Además, ayuda a que la vitamina E, dañada por la oxidación, vuelva a su estado natural.

Por otro lado, tenemos los fitoquímicos, que son elementos presentes en los vegetales que tienen determinada acción biológica en el organismo. Estos fitoquímicos son los responsables del aroma, color, sabor y otras actividades de los alimentos. Pero además, actúan como antioxidantes. Existen decenas de miles de fitoquímicos pero la ciencia solo ha estudiado un pequeño número de ellos por el momento. Y aún no se ha comprendido por completo su mecanismo de protección.


Los fitoquímicos con acción antioxidante más conocidos son:

  • Capsaicina
  • Carotenoides (betacaroteno, licopeno, luteína, y otros)
  • Flavonoides (flavonas, flavonoles, isoflavonas, catequinas, etc) 
  • Fitoestrógenos (genisteína y daidzeína) 
  • Ligninos 
  • Resveratrol
  • Taninos 


Estos dos últimos, taninos y resveratrol, te sonarán por ser componentes de la uva y, por lo tanto, del vino. De ahí que se diga que el vino tomado con mucha moderación es saludable.

Todas estas sustancias, presentes en muchos alimentos que se encuentran dentro de una dieta basada en frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y semillas como la dieta mediterránea así como otras como la nórdica o la dieta mexicana, tienen una acción antioxidante en nuestro cuerpo. De esta forma, una alimentación correcta en la que se incluyan estos alimentos:


  • Limita la formación de radicales libres
  • Destruye los radicales libres o sus precursores
  • Estimula la actividad protectora de las enzimas
  • Repara el daño oxidativo ya ocasionado
  • Estimular la reparación de la actividad enzimática cuando está debilitada o dañada. 
  • Los antioxidantes nos protegen del cáncer

En las enfermedades como el cáncer, las cardiovasculares, el deterioro cognitivo, la artritis, las cataratas o la diabetes hay una fuerte implicación de los radicales libres. Por eso, los expertos recomiendan tomar alimentos ricos en antioxidantes ya que de esta manera se evita el estrés oxidativo y se reduce la posibilidad de padecer estas enfermedades.

De todos modos, se piensa que es posible que no solo sea la acción de los antioxidantes de estos alimentos la que promueve esta protección. Es posible que los productos vegetales cuenten además con otras propiedades y que todas en conjunto nos protejan. Por eso se recomienda tomar antioxidantes en la dieta en vez de en suplementos y estos reservarlos para ocasiones que sean verdaderamente necesarios ya que pueden ocasionar riesgos en la salud. Y siempre bajo supervisión de un profesional sanitario.



http://dietas.about.com/od/Antioxidantes/fl/antioxidantes-que-son-y-propiedades.htm



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