Adaptaciones respiratorias al ejercicio


Al realizar cualquier actividad física, por el metabolismo celular se produce un aumento en la demanda de oxígeno y un aumento en la producción de dióxido de carbono. Para hacer frente a estas variaciones se llevan a cabo las siguientes respuestas:



Modificaciones en la circulación pulmonar.
Se produce un aumento del flujo sanguíneo pulmonar 5 ó 6 veces mayor que en estado de reposo, debido a que hay un ligero aumento de la presión pulmonar media y una disminución de las resistencias circulatorias en los vasos pulmonares.

En este caso, tenemos que las resistencias pulmonares disminuyen porque se abren vasos sanguíneos que estaban cerrados en la parte alta de los pulmones (capilares de reserva) y, también, por la distensión de los vasos pulmonares, que son muy elásticos, y al aumentar la presión hace que crezca su diámetro.


Modificaciones en la ventilación pulmonar.
En el ejercico nos encontramos con un aumento del volumen minuto, es decir, de la cantidad de aire que entra y sale por minuto de los pulmones, y depende de la frecuencia respiratoria (número de veces que respiramos por minuto) y del volumen corriente (cantidad de aire que se mueve en una inspiración o espiración normales)

En el ejercicio submáximo, la ventilación aumenta de forma rápida hasta llegar a un punto en el que se mantendrá constante, mientras que en en el ejercicio intenso nos encontramos con que la ventilación sigue aumentando, aunque a en menor grado que al principio, hasta el final del ejercicio.

La modificación de la ventilación pulmonar va a depender de varios factores, que son:


La intensidad del ejercicio.
No es lo mismo si el ejercicio es de baja intensidad, donde el aumento de ventilación se debe a un aumento del volumen corriente; o si es de alta intensidad, en el que el incremento de la ventilación es por un aumento de la frecuencia respiratoria.


La edad y la constitución física.
La frecuencia respiratoria máxima que se puede alcanzar va disminuyendo con la edad.


El nivel de entrenamiento.
La persona entrenada tiene menor frecuencia respiratoria que el no entrenado cuando realizan ejercicio a la misma intesnsidad de trabajo.


Modificaciones del trabajo respiratorio.
En reposo, la cantidad de oxígeno que consumimos para respirar es de un 3-4%; mientras que durante el ejercicio intenso, esta cantidad sube hasta el 10% del oxígeno.

El aumento del trabajo respiratorio durante el ejercicio intenso es debido al incremento de la frecuencia respiratoria y al aumento de los movimientos respiratorios, por un aumento de la amplitud del movimiento torácico.


Modificaciones de la difusión de los gases respiratorios.
Existe un incremento en la difusión del oxígeno debido a que crece el contacto entre la sangre y la superficie de los alveolos (donde se intercambia el oxígeno por el dióxido de carbono).

La difusión se ve mejorada en las personas entrenadas en comparación con aquellas que no lo están.

Artículo escrito por nuestro blogger Pablo Escandón (@pescanpra en Twitter), estudiante de Medicina y amante del deporte.


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