Síndrome del hombre casado



En términos generales, el noviazgo es el mejor momento de la relación: No hay responsabilidades, ni cuentas, ni grandes preocupaciones. Estamos enamorados y lo único que hacemos es hacer visita y divertirnos juntos.

Si las cosas van bien, generalmente la cosa se pone seria y nos unimos más formalmente, ya sea en matrimonio formal o en unión de hecho. El cambio de estatus, nos hace cambiar nuestra percepción de nuestro rol en la relación de pareja, ya no me comporto como la novia o el novio, sino como la esposa o el marido.

En el caso de los hombres, este cambio incluye una serie de comportamientos característicos de esta nueva etapa, que me gusta llamar el Síndrome del Hombre Casado o SHC. El SHC se diagnostica cuando el hombre:


Deja de cuidar su apariencia y sus modales: Es decir, se suelta con el peso y con los pedos. Es cierto que la mujer también lo hace, pero el hombre tiende a hacerlo más rápido. Mantenernos atractivos y agradables para nuestra pareja juega un papel importante en el deseo sexual y en el gusto general que tenemos el uno por el otro. Estos dos aspectos se cuidan celosamente en el noviazgo, ¿por qué no en el matrimonio?

Duerme en exceso cuando está con la pareja: “es que vos me relajas” dicen, como que su pareja fuera un té de tilo. La prueba de que es SHC y no otra cosa es que cuando es el juego de fútbol o la fiesta con los amigos, no les da sueño.

Todo el tiempo que pasamos juntos sea durmiendo o echados viendo TV merma el tiempo que tenemos para conectarnos emocionalmente, hablar de nuestras cosas y hacer otras actividades. Esto aburre. Nadie conquista a otra persona durmiendo y viendo TV únicamente. Si se toma el tiempo de hacerlo en el noviazgo, ¿por qué no en el matrimonio?

Se acomoda: deja de esforzarse. ¿Cómo conquisto a la mujer? Con esfuerzo. Habló, la escuchó, la sacó a pasear, a hacer cosas bonitas, la piropeo. Todo esto se acaba cuando el hombre casado se acomoda.

No quiere hablar de problemas: “Todo es reclamo con vos”, “¿para qué vamos a hablar?”. No toma en cuenta las incomodidades de su pareja. No hay que ir detrás de cada queja, pero si tomarlo en cuenta.

El SHC tienen como origen la creencia errónea de que cómo ya me casé/fui  a vivir juntos, ya no tengo que hacer esfuerzo porque el matrimonio es para siempre por tanto no existe la posibilidad de que la persona me deje.

Ésta creencia errónea, nos lleva a dejar de hacer todas las cosas que enamoraron en primer lugar a la persona y entonces surge una sensación de estafa.

El miedo a que toda relación puede acabarse, manejado con sabiduría es de ayuda en éste sentido. Este miedo, mal llevado nos lleva a la indiferencia: “si se puede acabar, para que me esfuerzo” y entonces más rápido se va a acabar. Pero desde la sabiduría nos impulsa a cuidar nuestra relación todos los días.

Finalmente, si yo no cuido mi relación y a mi pareja, existe la posibilidad de que alguien más lo haga por mí, ¿quiero eso? Si no es lo que quiero, entonces ¿qué me voy a motivar a hacer todos los días, no solo de vez en cuando, para cuidar mi relación?

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