Postura de Yoga: Paripurna Navasana


La realización de esta asana o postura de yoga recuerda a la forma de una barquita y los brazos extendidos a los remos. La ejecución de esta asana es todo un reto ya que además de un gran equilibrio se precisa de resistencia muscular y de una respiración fluida y profunda muy instaurada ya en el practicante.


Metafóricamente el practicante trabaja el equilibrio que un barco requiere para navegar por el agua sin hundirse. Su práctica te induce a un estado de fluidez dentro de la fuerza y de gran concentración.

 La asana supone todo un reto, sobre todo para aquellos que hacen yoga en casa, pero también un juego, ya que el cuerpo trabaja la cualidad del equilibrio en convivencia con una gran resistencia muscular y una respiración fluida. Buscando el equilibrio que necesita encontrar una barca para navegar sobre el agua, Navasana te lleva a un estado de fluidez dentro de la fuerza.


Beneficios
  • Fortalece el abdomen, flexores de la cadera y la columna vertebral
  • Estimula los riñones, intestinos, glándulas tiroides y de la próstata.
  • Ayuda a aliviar el estrés.
  • Mejora la digestión y alivia el estreñimiento. La postura tiene un efecto benéfico sobre el aparato digestivo, particularmente sobre los intestinos, favoreciendo la evacuación y tonificando los riñones. Ayuda a eliminar parásitos estomacales e intestinales y mejora el funcionamiento digestivo al estimular el movimiento peristáltico intestinal.
  • Tonifica los músculos abdominales, tórax, hombros, cuello y cara anterior de los muslos.
  • Ayuda a desarrollar el equilibrio.
  • Reduce la adiposidad.
  • Favorece a la concentración.
  • Es útil para las personas tensas y nerviosas, pues produce una relajación inmediata.


Tip de principiante

Puedes practicar periódicamente, durante todo el día, una preparación para esta postura sin dejar la silla. Siéntate en el extremo frontal del asiento con las rodillas en ángulo recto. Sujeta los lados del asiento con las manos e inclínate ligeramente hacia adelante. Fija los brazos y levanta los glúteos ligeramente del asiento, luego eleva los talones un poco (pero no las yemas de los dedos de los pies). Deja las cabezas de los fémures hundidos en la fuerza de gravedad y empuja lo alto del esternón adelante y arriba.


Contraindicaciones
  • Asma
  • Diarrea
  • Dolor de cabeza
  • Insomnio
  • Presión arterial baja
  • Menstruación
  • Embarazo
  • Lesiones de la columna cervical: siéntate con la espalda cerca de una pared para realizar esta postura. Inclina la espalda hacia atrás y apoya la parte posterior de tu cabeza contra la pared.
  • Desplazamiento de los discos vertebrales.
  • Hernia hiatal.
  • Los cardiacos e hipertensos deben practicar con moderación.


Técnica de ejecución
 Paso 1
  • Siéntate en el suelo con las piernas rectas frente a ti en Dandasana.
  • Presiona tus manos en el suelo un poco más atrás que tus caderas, con los dedos apuntando hacia los pies, y alarga los brazos.
  • Levanta la parte superior del esternón e inclínate ligeramente hacia atrás. Al hacer esto asegúrate de que tu espalda este cóncava; continua alargando la parte frontal del torso entre el pubis y la parte superior del esternón.
  • Siéntate en el “trípode” de tus dos huesos de los glúteos (isquiones) y el coxis.

Paso 2
  • Exhala y flexiona las rodillas, luego levanta tus pies del suelo, de manera que los muslos estén en ángulo de unos 45º o 50º en relación al suelo.
  • Alarga el cóccix hacia el piso y levanta el pubis hacia tu ombligo.
  • Si es posible, lentamente endereza tus rodillas, levantando la punta de los dedos de los pies ligeramente por encima del nivel de tus ojos. Si esto no es posible sigue con las rodillas dobladas, y las espinillas paralelas al suelo.

Paso 3
  • Estira los brazos horizontalmente a través de los dedos de las manos con las palmas paralelas entre si.
  • Separa los omóplatos en la espalda y lleva los hombros hacia atrás. Si esto no es posible, mantiene las manos en el suelo al lado de tus caderas o aférrate a la parte trasera de tus muslos.

Paso 4
  • Trata de mantener la parte baja del abdomen relativamente plana y firme. Pulsa las cabezas de los huesos de los muslos hacia el suelo para ayudar a sujetar la postura y levanta la parte superior del esternón.
  • Mueve levemente la barbilla hacia el esternón, de esta manera la base del cráneo se aleja ligeramente de la parte posterior del cuello.
  • Respira naturalmente.

Paso 5
  • Comienza manteniendo la postura durante 10 o 20 segundos.
  • Incrementa gradualmente el tiempo de permanencia hasta 1 minuto.
  • Suelta las piernas con una exhalación y siéntate en una inhalación.


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