Limpieza yóguica de nuestra casa
Limpiar nuestra casa es una manera estupenda de permitir que comience un nuevo ciclo, que se renueven las energías y que podamos soltar y permitir que lleguen cambios en nuestra vida, como el yoga nos enseña.
A través de una limpieza física y energética de nuestro entorno podemos tener vibraciones más positivas y facilitar el equilibrio interior que nos conecta con nuestro espíritu. Podemos fluir mejor, abrirnos a las cosas nuevas, ser más creativos y decir sí al universo. Todo está conectado.
Así no seamos especialmente espirituales, nos damos cuenta de que nuestro entorno refleja muchas veces nuestro estado interior. Que si despejamos, reparamos, organizamos y limpiamos también nos podemos sentir mentalmente mucho más claros, más equilibrados emocionalmente, nos concentramos y hasta descansamos mejor. Estamos enfocados en nuestros proyectos y listos para emprender nuevos propósitos.
Limpia la casa a profundidad: para dar la bienvenida a un nuevo comienzo y simbólicamente desapegarnos del pasado para estar en el presente mental y energéticamente y en armonía, lo primero que tenemos que hacer es una limpieza física de la casa y de los espacios vitales en general. Siento decepcionarlos, pero las limpiezas energéticas son efectivas realmente sólo si la casa está impecable y con algo de espacio libre. Es un buen momento para limpiar esos rincones a donde no llegamos en las limpiezas cotidianas. Por favor, utiliza limpiadores naturales para no llenar tu hogar de toxinas mientras crees hacer lo contrario.
Trae plantas: las plantas son realmente maravillosas. Te dan amor, lo reciben y multiplican en buena energía, belleza, oxígeno y vida. Simbolizan tu deseo de crecimiento y renovación, pero al mismo tiempo te conectan con la existencia. Son vida que te acompaña y que te regala su prana, pues lo más extraordinario es que limpian la energía, haciendo que las vibraciones de tu entorno sean más positivas. Además limpian el aire, dándote más energía vital. Unas buenas recomendaciones son el ficus, palma de bambú o crisantemos.
Repara, despeja y recicla: repara lo que se haya dañado en los últimos meses para que todo funcione adecuadamente. Regala o recicla todo lo que te sobre o no hayas utilizado los últimos meses: ropa, objetos, frascos, cajas. Acuérdate que la acumulación y amontonar cosas es energía estancada. Permítete sacar finalmente objetos que te generen apego a relaciones pasadas u otros momentos de tu vida. Sólo así podrás abrirte plenamente a lo que la vida te ofrece ahora. Es importante despejar físicamente los espacios para permitir fluir la energía y permitir la renovación.
Haz una limpieza energética con inciensos y mantras: la parte favorita de todos los que tienen (me incluyo) entusiasmo por terapias espirituales. Luego de haber hecho una limpieza profunda, de arreglar y aclarar los espacios, puedes hacer una larga sesión de canto o de audio con los mantras que más te llamen. Si no hay uno en particular, inclínate por el mantra Om. Complementa tu ritual con incienso, utilizado en tradiciones clásicas del yoga para prácticas y ceremonias o humo de la salvia, conocido por sus propiedades de sanación y purificación.
Ponle el corazón: la energía que tiene el espacio donde habitas viene también de tus pensamientos, actitudes y emociones. Puedes hacer un poco de bhakti yoga, entregando amor y devoción a la vida a través de tu relación con tu casa. Aprovecha este proceso para entregar a tu espacio alegría y belleza. Puedes innovar la decoración con nuevos colores y ambientes. Puedes elegir símbolos que te eleven el espíritu. Es un momento para honrar el lugar donde habitas y llenarlo de buenas energías para que predomine la luz. La limpieza, amor, organización de nuestra casa es un reflejo de que todo nuestro ser está tan equilibrado y que vibra con la vida.
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