Primeros auxilios en la casa


Los accidentes ocurren en cuestión de minutos, en un abrir y cerrar de ojos como dicen las abuelitas.

Lo realmente angustiante es cuando las víctimas son nuestros niños pequeños y no sabemos cómo ayudarlos y afrontar esta situación de alta tensión.

En este artículo tendrás algunas pautas de qué hacer para brindar una atención oportuna a la víctima y así evitar que sus posibles lesiones se agraven.
Recuerda que es importante que todos los miembros de la familia deban tener noción de primeros auxilios en casa. Del mismo modo las nanas, que están a cargo de nuestros hijos cuando salimos a trabajar.

Nuestra reacción en los primeros segundos tras un accidente puede marcar la diferencia en el resguardo de la vida del accidentado.


Ante todo la calma
Aunque es muy difícil estar calmado y sereno cuando ves a alguien sangrando o con quemaduras, en las emergencias tenemos que saber manejar nuestras emociones, pues ello facilitará que brindemos correctamente los primeros auxilios dándole  seguridad al niño, quien puede asustarse mucho frente a estas primeras experiencias que, de tratarse inadecuadamente, llegan a convertirse en episodios traumáticos en su desarrollo.


Gritar, llorar o llamar la atención al niño solo alterará más el estado y será de poca ayuda.
Tengamos en cuenta que sí estamos serenos podemos responder hábilmente ante cualquier emergencia.  Una buena acción es poner en un lugar visible una pequeña lista de centros de salud, clínicas o lugares de emergencia para actuar rápido.

En las siguientes líneas detallamos algunas situaciones en las que podemos asistir,  si conocemos las técnicas de los primeros auxilios.


Cortes y hemorragias
Si se trata de un sangrado a consecuencia de un corte, coloque un paño limpio sobre la herida, haga ligera presión para evitar que el sangrado continúe. Luego de unos minutos lava la herida con agua tibia y jabón.

Si la pérdida de sangre es grande se trata de una hemorragia, lo que debe hacer primeros es identificar el lugar de procedencia de la hemorragia, luego  colocar una toalla o secador limpio en la zona afectada y hacer presión.

Si el sangrado no cesa haga una comprensión con su mano, una liga o una tela en la zona afectada más cercana al corazón para evitar el paso de la sangre.  Inmediatamente traslade al niño al centro médico.

En caso de una hemorragia nasal, mantenga sentado al niño y  coloque su cabeza hacia atrás.  Luego aplíquele comprensas de hielo en la nariz y la frente. También puede colocarle algodón en las fosas nasales.


Quemaduras
Frente a una quemadura,  lo ideal es esparcir o verter agua fría por unos 20 minutos como mínimo en la zona afectada.  Por ningún motivo coloque otro tipo de sustancia como pasta dental, aceite, kerosene o incluso jabón sobre el área afectada.

No reviente las ampollas que se forman, ya que cumplen la función de proteger el área dañada.

Para trasladar al niño, envuelva la zona afectada con gasas o paños limpios humedecidos con agua.


Intoxicación por pastillas
Los llamativos colores de los medicamentos- especialmente las pequeñas pastillas- logran atraer a los niños quienes muchas veces, por imitar a los padres, los ingieren. Si la pastilla es amarga, lo más probable es que el menor la escupa, de lo contrario la tragará.

Si un niño ha consumido medicamentos, es mejor llevarlo directamente a un centro de salud  porque se desconoce los efectos.

Evite darle leche o provocarle el vómito porque podría complicar más la situación.


Envenenamiento
Muchas veces reciclamos recipientes como botellas de gaseosas o de yogurt para almacenar productos de limpieza como lejía, kerosene o ácido muriático y lo dejamos en un rincón de la casa. Si son encontrados por un niño es muy posible que lo pruebe, poniendo en riesgo su vida. Si esto sucediera debe ser llevado inmediatamente a un centro médico.

En este punto, los responsables del hogar deben tener mucho cuidado en almacenar este tipo de productos, dejándolo siempre fuera del alcance de los niños.


Fiebres altas
Las fiebres altas son muy comunes durante la infancia. La fiebre es un mecanismo de defensa y de alerta del cuerpo para avisar que algo no está bien. De no ser detectada y combatida a tiempo, el niño puede convulsionar.

Lo primero que se tiene que hacer es bajarle la fiebre, desabrigar al niño y refrescar el ambiente, sin exponerlo a corrientes de aires fríos.


http://saludnatural.biomanantial.com/sepa-brindar-primeros-auxilios-en-casa/

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