Pasos para gestionar el dolor tras una ruptura de pareja


Romper una relación en la que hemos compartido y entregado parte de nosotros es doloroso; puede ser muy doloroso y podemos sufrir mucho.

Una ruptura es una “muerte” de una relación; es algo que inconscientemente nos conecta con nuestra propia muerte. En realidad, si trascendemos esta muerte; daremos origen a una nueva vida; a una nueva experiencia vital; porque la realidad es que sigues vivo o viva y de tu decisión y de cómo afrontes esta ruptura dependerá cómo sea tu vida a partir de ahora.

¿Deseas quedarte estancado/a y morir con la relación? ¿O deseas convertir la experiencia en algo que te “aporte”?

Es una ley universal el hecho de que “no existe pérdida sin ganancia”.

Es el momento de recuperar tu propósito de vida; de ocuparte de ti mismo y de abrirte a las nuevas posibilidades que la vida te pondrá delante, siempre y cuando estés preparado y abierto a ello.

Antes de todo eso será imprescindible que afrontes la emoción del dolor que la ruptura te está provocando; será el primer paso para poder trascender la experiencia y resurgir a una nueva vida.

Hemos aprendido a clasificar las emociones en buenas y malas. Todas las emociones son el motor de nuestra vida; son ellas las que nos hacen sentirnos vivos y toda emoción nos está dando una información y tiene una intención positiva.

Hemos de aliarnos con nuestras emociones y atenderlas en lugar de reprimirlas o ignorarlas.

Así entendido, la emoción del dolor tras una separación es la consecuencia emocional lógica de ese proceso.

Ahora bien, de cómo gestionemos ese dolor dependerá que salgamos renovados, fortalecidos y más sabios; o que nos quedemos paralizados y bloqueados, incluso el resto de nuestra vida.

La solución no es obviarlo, enmascararlo ni negarlo. Eso es dañino, falso y antinatural. Lo más importante para nuestra salud mental es ser coherentes con nuestra emoción.

Tampoco es el camino seguir en esa emoción más tiempo del necesario, porque entonces “haremos crónica” la situación y pasaremos del dolor al sufrimiento o al victimismo y eso ya es un estado que hemos creado y en el que podemos pasarnos “adictivamente” mucho tiempo.

Resumiendo hasta aquí; el dolor es una emoción natural que hemos de aceptar, gestionar y dejar salir; y el sufrimiento o el victimismo es un estado al que podemos llegar si no procesamos adecuadamente el dolor; negándolo, no dejándolo salir, o reviviéndolo innecesaria e infructuosamente una y otra vez.

Como experta en gestión emocional, voy a resumir en 7 pasos cómo proceder cuando estamos sintiendo la emoción del dolor, para poder transcenderlo.

 Es fundamental que lo dejemos salir con toda su intensidad. Es necesario sentirlo a fondo para que se libere; pero no repetirlo y vivirlo y atormentarnos con él una y otra vez; porque si no tendrá el efecto contrario, en vez de liberarlo va a reforzarlo.

Cuando afrontamos el dolor emocional éste se disipa; cuando lo bloqueamos o tapamos de la manera que sea se incrementa.

Imagínate ese dolor como una nube negra que pasa por todo tu cuerpo y se va a la tierra a través de tus pies.

FASES

1.- CONTACTAR.- ser consciente de que tienes emociones y darles la bienvenida en vez de intentar reprimirlas para que no molesten.

Busca un lugar tranquilo donde puedas contactar con tu interior. Cierra los ojos, concéntrate en tu respiración y en lo que estás sintiendo; sin juicio. No analices. Siente; limítate a sentir.

2.- LA SENSACIÓN EN EL CUERPO. QUÉ siento; CÓMO  lo siento; DÓNDE lo siento. Si es placentera, molesta, si tiene temperatura, textura, si se mueve… Localiza tu emoción en una parte concreta de tu cuerpo físico. (Las emociones se manifiestan en el cuerpo). Déjate empapar por la emoción, es el momento de sentirla con toda su intensidad.

3.- IDENTIFICAR CON QUÉ ESTÁ ASOCIADA.- Mientras sientes esa emoción con toda su intensidad en tu cuerpo, observa si te trae memorias o recuerdos de algo o alguien (si está relacionada con el pasado, presente o la anticipación del futuro); y procurar darte cuenta de los PENSAMIENTOS que acompañan a esas sensaciones. Mira a ver si te lleva a alguna escena o momento de tu pasado. (es probable que este dolor ya lo hayas sentido, y te active algún recuerdo o memoria de tu infancia, pasado).

4.- PONER PALABRAS.- Ponle un nombre concreto a lo que estás sintiendo.  Esto hace que lo describamos y delimitemos y podamos hablar de la emoción.

5.- QUE ME ESTA DICIENDO LA EMOCIÓN.- Escuchar a la emoción. Todas las emociones son un llamado a la acción; una emoción nos está indicando que he de hacer un movimiento; todas las emociones están cargadas de información y tienen un “para qué”; nos está informando de algo; (por ejemplo si estoy sintiendo enfado, darme cuenta de qué situación ha disparado ese enfado) darme espacio y tiempo para APRENDER LO QUE ME ESTA DICIENDO LA EMOCIÓN. ¿Qué hay detrás de ese enfado? ¿Con quién estoy realmente enfadado/a?

6.- DARLE SENTIDO; NUEVA PERSPECTIVA.- No sólo es importante que sintamos las emociones, sino que les demos un nuevo sentido; que descubramos de verdad cuál es la intención verdadera de esa emoción; de qué en concreto me está informando.  (Cuando tratamos con emociones del pasado, además de desactivar la carga emocional, el poder darle una nueva narrativa, significado, nos permite poder transcenderlos e integrar el aprendizaje que encierra).  Te dejo un enlace a uno de mis artículos donde hablo sobre el tema: Del dolor a la consciencia tras una ruptura sentimental.

7.- TOMAR DECISIONES Y LLEVAR A CABO UNA ACCIÓN. Cuando atendemos una emoción ésta cambia porque la movilizamos; por el contrario si la bloqueamos, la vamos intensificando. Cuando hemos descubierto el mensaje concreto de esa emoción, podré tomar decisiones concretas y diseñar un plan de acción para transcender esa situación; superarla y cambiar mi realidad.

“la emoción es la principal fuente de los procesos conscientes. No puede haber transformación de la oscuridad en luz, ni de la apatía en movimiento sin emoción.” Carl G.Jung

Deseo de corazón que todo esto pueda serte de ayuda en tu proceso; no obstante si sientes que no puedes afrontarlo solo no dudes en pedir ayuda especializada.  Es un momento de mucha vulnerabilidad y confusión. Recomponer un corazón roto requiere mucho amor, sabiduría y paciencia.

Ninguna persona o situación que surge en nuestra vida es fruto de la casualidad;  todo es causalidad. Si no queremos repetir las mismas experiencias y buscamos avanzar y crecer es necesario pararse en el camino y hacer un análisis más profundo de todo lo vivido y de cuáles son nuestras responsabilidades y aportaciones en dicha experiencia.

Toma la decisión de hacer tu proceso de la forma más sabia posible y te aseguro que saldrás fortalecido/a y preparado/a para empezar una nueva vida, una nueva oportunidad. El darle la espalda al amor de nuevo nunca es una opción; pero la primera decisión que sea desde el amor a ti mismo. Decide hacer las cosas de la forma que sea mejor para ti. Decide ocuparte de ti y busca toda la ayuda que sea precisa. No hay mejor inversión que en ti mismo, tu crecimiento y tu felicidad.

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